Sufrir acoso online, ser engañado para quedar con un extraño, descargar programas maliciosos o compartir información personal con desconocidos. Estas son algunas de las preocupaciones de las familias españolas sobre las actividades de sus hijos en Internet, según revela el informe Norton Cyber Security Insights 2017.
En él han participado 1.000 padres y madres compartiendo su experiencia y hablando acerca de cómo perciben su capacidad para mantener a salvo la seguridad online de los menores.
Aunque un 97% de las familias de nuestro país está preocupada por la seguridad online de sus hijos, el estudio de Norton revela que una de cada 20 no adopta ninguna medida para su protección a pesar del temor que manifiestan hacia el acoso online (92%); que pasen demasiado tiempo frente a una pantalla (88%); descarguen aplicaciones o programas maliciosos (88%); sean engañado para quedar con un desconocido (88%); o publiquen contenido que algún día podría volverse en su contra (84%).
¿De dónde provienen estas preocupaciones? Básicamente de la experiencia personal y de lo que han escuchado a otros progenitores; en concreto, una de cada cinco familias de nuestro país (22%) tiene un hijo que ha sufrido acoso online o conoce a alguien cuyo hijo es víctima del cyberbullying.
Faltan medidas
Además, no todas las familias toman medidas al respecto. De hecho, un 68% no limita el acceso de sus hijos a determinadas páginas; un 57% deja que los menores naveguen por la Red sin supervisión; y a un 19% les permiten comprar online de manera ocasional sin vigilancia. Sólo un 30% obliga a sus hijos a utilizar sus dispositivos en zonas comunes.
Por otro lado, las redes sociales se convierten en motivo de preocupación destacada. De hecho, para un 68% de los progenitores es importante controlar la información que comparten en este tipo de páginas, pero sólo el 32% lo hace.
Consejos y recomendaciones
Entre las medidas propuestas para reforzar la seguridad online de niños y adolescentes se encuentran:
- Establecer reglas y directrices en casa: por ejemplo, determinando los contenidos a los que tienen acceso o el tiempo que pueden pasar delante de la pantalla.
- Conectarse en espacios comunes.
- Diálogo abierto y continuo con ellos sobre experiencias online que pueden encontrarse y uso de Internet.
- Pensar antes de hacer clic: sobre todo si son enlaces de origen desconocido ya que podrían contener virus.
- Atentos a los contenidos peligrosos: es conveniente utilizar herramientas de control parental y los ajustes de seguridad que ofrecen los navegadores.
- Fomentar la comunicación y el diálogo acerca de los riesgos de publicar y compartir cualquier tipo de información privada, en especial en redes sociales.
Podéis garantizar la privacidad de los menores en Internet con la siguiente recopilación de consejos y consultando estos recursos
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