jueves, 24 de enero de 2019

Cómo usar los mapas mentales en el aprendizaje de idiomas

En el Departamento de Francés de la Escuela Oficial de Idiomas Sierra Morena (La Carolina, Jaén) llevamos unos ocho cursos usando los mapas mentales con alumnado adolescente y adulto. De hecho, son una de las primeras herramientas -tanto digitales como analógicas- que se incorporan al PLE de nuestros estudiantes, pues son esenciales para adquirir estrategias de aprendizaje asociadas a tareas de producción, comprensión y mediación, aprovechando de paso las posibilidades que ofrece el Visual Thinking o pensamiento visual. En la práctica, pueden emplearse para trabajar en todo tipo de niveles, tal y como demuestran los proyectos con los que hemos trabajado.

Como presentación

‘Moi-Je’, por ejemplo, es una actividad que hacemos en las primeras sesiones con los grupos en los que hay estudiantes nuevos. Se trata de hacer un mapa mental en una cartulina o pizarra blanca con datos sobre cada miembro el grupo: se les anima a usar colores y formas, imágenes recortadas de revistas y folletos, dibujos o flechas… En función del nivel, también se les pueden mostrar ejemplos (de los miles que podemos encontrar en Pinterest, por ejemplo). En definitiva, se trata de activar el léxico de la esfera personal, de los gustos, las preferencias y rasgos de la personalidad, y darse a conocer al resto de manera visual.

Estos pósteres se exponen en el aula y a lo largo del primer trimestre volvemos a ellos para añadir o completar información conforme se incorpora nuevo léxico y capacidad de expresar conceptos nuevos. Una imagen comparativa del mapa mental antes y al cabo de varias semanas da también pie para autoevaluar el aprendizaje e ilustrar el portfolio del alumnado.

Mapas mentales en el aprendizaje de idiomas

En clases a partir del nivel B1, por otro lado, realizamos la actividad titulada ‘Greffe de cerveaux’ o ‘Transplante de cerebros’. En ella, los discentes (pueden hacerlo tanto en solitario como en equipo) deben desarrollar un tema a partir del mapa mental elaborado por los demás. Al terminar, comentan los diferentes textos en voz alta, trabajando así la expresión oral en una actividad que les permite matizar sus ideas originales y opinar sobre cómo las han reflejado sus compañeros y compañeras. Intentamos siempre reforzar la reflexión sobre el aprendizaje frente al resultado.

Creando debate

También llevamos a cabo una ‘Carrera de mapas mentales’. Para ello, damos una frase desencadenante y deben desarrollar, en un tiempo dado, un mapa mental de argumentos a favor o en contra. Insistimos en el uso el color y de subrayados e iconos para reflejar connotaciones positivas y negativas, grados de importancia, jerarquías de ideas… Al final comparamos los ejercicios entregados y elaboramos un mapa conjunto con lo mejor de cada uno. Finalmente, cada estudiante elabora su propio discurso, oral o escrito, que resuma las ideas recogidas.

También hemos diseñado una actividad (para A2-B1 en adelante) para trabajar la memoria a corto plazo y reflexionar sobre cómo tomar notas ayuda a recordar mejor la materia. En primer lugar, se escucha el texto sobre el que hay que trabajar (que se puede seguir a través de la lectura para asegurar mejor la comprensión del mismo). A continuación, el alumnado debe elaborar un mapa mental, en solitario o por equipos, con las principales ideas que han retenido en un primer momento. Se vuelve a escuchar la narración inicial dos veces más para poder detallar al máximo posible el mapa. Después, tendrán un tiempo para completarlo empleando colores, tamaños y letras diferentes que resalten conceptos clave, etc. Por último, deberán redactar un resumen a partir de este esquema. Se puede hacer una variación de esta actividad tomando notas de un texto en lengua término (LT) y resumirlo en lengua materna o viceversa.

Cómo usar los mapas mentales

Beneficios de su uso

En nuestro caso, nos servimos de la herramienta gratuita Mind42, que permite exportar el mapa a un documento rtf, de manera que los epígrafes, subepígrafes y párrafos que aparecen a partir de los nodos y notas de texto del mapa son ya una base muy fiable para construir un texto coherente.

En todas estas actividades que implican expresión oral o escrita, o interacción, los mapas mentales o conceptuales permiten reflejar de manera más fiel el pensamiento de cada cual, favoreciendo la reflexión y la autoevaluación según los diferentes estilos de aprendizaje. Por eso se consideran como una etapa más en las tareas de producción o coproducción oral y escrita, y también de mediación y se evalúan dentro de las mismas.

Por otro lado, aplicamos los mapas al aprendizaje de léxico y contenidos socioculturales. Como ejemplo de tarea de este tipo, aportamos estos mapas mentales realizados por alumnado de Nivel Intermedio de Francés sobre la canción francófona reivindicativa o con compromiso social. En el transcurso de la tarea, aprenden a afinar búsquedas en Internet mediante palabras clave y desarrollan sus competencias digitales como parte de las estrategias de aprendizaje autónomo.

También entra en juego la mediación lingüística, sin duda la gran novedad en el currículo de las enseñanzas de idiomas de régimen especial para el curso 2018-2019, cuando el alumnado es invitado a comparar cantantes y canciones similares pertenecientes a varios contextos culturales. Opcionalmente, podemos practicar la producción oral y/o escrita, invitando a los estudiantes a que presenten su selección de canciones, un resumen de las letras o mensajes y sus opinioes sobre las mismas.

 

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