jueves, 14 de marzo de 2019

“Uno de los primeros síntomas de la ludopatía es el absentismo escolar”

Son las 12:00 y Tomás Calamardo se dirige hacia un centro educativo. A las 13:00 comienza su taller con chicos de 16 años en el que la ludopatía es la principal protagonista. No solo habla él: también deja que los chicos le cuenten qué visión tienen sobre las apuestas, el juego y la adicción que puede generar. Además, entre todos establecen una opinión conjunta sobre la creciente proliferación de casas de apuestas cada, literalmente, 100 metros en la misma calle.

Tomás no es ningún salvador. Forma parte del colectivo ‘Policía Tutor de Coslada’, un programa impulsado por la Policía Local de esta localidad cuyo objetivo es impartir charlas y talleres por diferentes centros educativos para prevenir conductas y problemas candentes en la sociedad actual. Tomás, en concreto, se encarga de las charlas para prevenir la ludopatía, un problema que aumenta entre adolescentes.

Hablamos con él sobre sus talleres y sobre las medidas que pueden tomar docentes y familias para evitar que los menores caigan en la ludopatía.

¿Cuál es la idea principal que transmite en las charlas que da en los centros educativos?

Lo primero que quiero transmitir a los chavales y a sus familias es que jugar no es apostar porque en el juego no hay dinero de por medio. Les propongo reflexionar sobre cómo ven que en sus barrios estén proliferando cada día más los locales de apuestas, la publicidad a todas horas de famosos de sectores como el deportivo, cine, televisión, donde fomentan las apuestas con una sonrisa. Nos quieren hacer ver que apostar es un modo de diversión reconocido socialmente.

TOMAS Policia Tutor Coslada Charlas IES 2019 01-09

También vemos las diferencias entre el consumo off-line y el on-line, así como los riesgos, las pautas y las soluciones para evitar la ludopatía en menores y familias.

¿En qué consisten los talleres que organizan?

Son charlas destinadas a chavales entre los 15 y los 18 años, que es la edad en la que empiezan a salir sin sus padres. Las charlas consisten en contar y que te cuenten qué está ocurriendo con un problema como es el de la ludopatía en edades cada vez más tempranas y qué podemos hacer para remediarlo.

El taller lo realizo con un lenguaje coloquial, sin protocolos, de modo directo. Además, me encanta escucharles porque son un filón de sabiduría y experiencias sin filtro: me cuentan cómo hacen quedadas de varios adolescentes para apostar a una misma jugada o a distintas para diversificar riesgos. Eso sí, entrando siempre un adulto para realizar la compra de la apuesta ya que ellos, al ser menores de edad, no pueden hacerlo directamente. También me hablan sobre las súper-ofertas reclamo en refrescos y snacks de algunos locales. Así, reflexionamos sobre el por qué de los locales con escaparates opacos sin visión desde el exterior, la pérdida de la noción del tiempo por la falta de luz dentro de ellos, el riesgo de los prestamistas y usureros, un largo etcétera que les hace pensar y hablar sobre el problema.

foto Tomás con niño en aula

Siempre han existido las apuestas e, incluso, la lotería. ¿Por qué ahora ha aumentado su uso entre adolescentes?

La ludopatía es un problema muy antiguo pero la publicidad y el fácil acceso no han sido publicitados ni puestos al alcance de todos como se hace a día de hoy. La posibilidad de mantener el anonimato jugando de forma online, la soledad, el acceso a nuevas sensaciones, la publicidad y las caras conocidas que aparecen, el aquí y ahora, las promociones invitando a jugar con bonos de bienvenida… han dado lugar a que se ponga de moda. Se trata de un modo de encuentro para jóvenes que realizan una actividad que, como bien nos dice la historia genera muchos problemas y que desgraciadamente en algunos casos lleva a la ruina a muchas personas y familias.

¿Cómo puede llegar un menor a caer en la ludopatía?

Para mí, lo peor que le puede pasar cuando juega o apuesta por primera vez es que gane. Cuando preparé el programa y contacté con personas que sufrían las consecuencias de la ludopatía, muchos me decían que la primera que vez que les tocó tuvieron la sensación de, “por qué no otra vez”. Así empiezan en esa ruleta sin fin en la que, por querer recuperar el dinero perdido, lo pierden todo, incluidos familia, amigos y hasta la propia vida.

Lo peor que le puede pasar a un estudiante es que apueste y gane

¿Habría que suprimir totalmente la publicidad del juego y las casas de apuestas?

Pienso que por lo menos hay que regularla de la misma manera que se hizo con el alcohol y el tabaco. Una buena medida pasa por no permitir a personas mediáticas del mundo del deporte, cine, televisión publicitar el consumo de apuestas. Además, debería estar prohibido permitir a las operadoras de apuestas publicitar eventos deportivos y que supriman la palabra ‘juego’.

También habría que prohibir la apertura de locales de apuestas cerca de centros educativos y de zonas de recreo como parques y jardines. En caso de abrir un local, habría que hacerlo a una distancia considerable. Y, por supuesto, controlar los horarios de audiencia y prohibir el patrocinio de equipos deportivos.

No olvidemos que las apuestas, aún con la frase casi ilegible en los anuncios del ‘juega con responsabilidad’, es una adicción considerada sin sustancia que genera grandes problemas familiares, económicos, sociales, escolares…

¿Qué pautas puede seguir el docente para evitar que sus estudiantes caigan en el juego?

Yo siempre he apostado por la prevención y la mediación en los conflictos porque se dice que de ellos siempre salen oportunidades. La mejor oportunidad que tenemos en los estudiantes es que el aula es el lugar donde se puede ser más cercano y donde se puede hablar de los problemas y sus consecuencias atreviéndose a ayudar y colaborar sin mirar para otro lado cuando hay sospecha de que alguien puede necesitar esa ayuda. No sólo me refiero a la ludopatía sino a cualquier circunstancia que pueda surgir como conflicto en nuestros chavales.

¿Qué tipo de comportamientos son sospechosos de la adicción en adolescentes?

Una muy llamativa es el absentismo escolar: empiezan a faltar a clase porque deciden ir en horario escolar a las casas de apuestas. También se puede observar un descenso en las notas académicas, falta de concentración, cambios bruscos de humor, aumento de la agresividad..también .

También son frecuentes pequeños robos en clase o en los domicilios y la venta de objetos personales por la necesidad de dinero. Recordemos que quieren recuperar lo perdido, estudian, leen e intentan saber sobre el tema por el que apuestan.

¿Qué soluciones aconsejan a docentes y familias cuando un menor cae en la ludopatía?

La más importante es ser capaz de reconocer que existe el problema, y ponerse en marcha para intentar darle solución y buscar ayuda en centros especializados.

Hay que recordar que la ludopatía es una enfermedad, es una adicción sin sustancia y, como adicción, hay que tratarla.

Sobre todo, es importante realizar actividades que les aparten del círculo que rodea a las apuestas, no mirar para otro lado escondiendo el problema.

Hay que recordar que la ludopatía es una enfermedad

Por último, un pequeño test. ¿Qué le sugieren las siguientes palabras?

  • Prevención: parte de la solución.
  • Juego: apostar no es un juego.
  • Casa de apuestas: beneficio para unos, ruina para otros.
  • Educación: menor-familia-escuela

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