A lo largo de los diferentes cursos, nuestros alumnos han trabajado la lectura con diferentes medidores de libros leídos o simplemente leyendo porque ha sido obligatorio. Pero queríamos motivarles y fomentar su pasión por los libros. Por eso, en los cursos de 5º y 6º de Primaria decidimos apostar por un género que, por lo general, interesa mucho a estas edades: el terror.
Para ello, propusimos un proyecto que consistía en liberar la biblioteca de una maldición, siguiendo la temática de la saga de videojuegos de terror ‘Silent Hill’. La elección del contexto no implica que el proyecto esté basado completamente en los videojuegos, sino para utilizar algunas de sus ilustraciones y vídeos para preparar la página web del proyecto, el vídeo de motivación y ambientar los materiales.
Entramado y objetivos del juego
Silent Hill es una ciudad castigada por la maldición que inhabilita su biblioteca. Debido a que sus habitantes no pueden disfrutar de la lectura, la ciudad se ha convertido en un lugar oscuro, triste y silencioso. Por tanto, la misión consiste en superar seis pruebas con el objetivo de acabar con la maldición. Cada prueba implica la lectura de un libro, es decir, cada vez que se leen un libro a los alumnos se les entrega una prueba con mensajes secretos que tendrán que descifrar para poder avanzar en el juego. Con estas pruebas, conseguimos que la lectura pase de ser una obligación a una necesidad.
Cada vez que leen un título, pueden realizar hasta tres actividades complementarias (resumen, trabajo creativo y/o audio de recomendación) para conseguir puntos de experiencia lectora que se sumarán en el ranking lector para la consecución de un diploma. Y, una vez hayan realizado las tareas elegidas, se les entrega un enigma que deberán resolver para conseguir una insignia de nivel que pegan en su kit de supervivencia y que les permite avanzar.
Lecturas
La lectura es totalmente libre, siempre y cuando se supervisen los libros previamente. En todo momento se tienen en cuenta sus motivaciones, y por ello, antes de comenzar con el juego se les pasa un cuestionario en el que ponen algunos títulos de libros que les gustaría tener en la biblioteca del aula, lo cual nos sirve también para renovar dicho espacio.
Conclusión
Tras llevar a cabo este proyecto, comprobamos que quienes disfrutan de la lectura son fieles a sus hábitos, pero los que antes no leían por diversión terminan estando motivados y disfrutan de la actividad. Conforme van entrando a la biblioteca van pidiendo más libros porque la historia les engancha. Hay incluso algunos que en la segunda prueba llegan a preguntar si solo hay seis, o si cuando acaben las seis lecturas, habrá alguna más.
En definitiva, ha sido una experiencia totalmente positiva. Estas dinámicas son las que captan la motivación del alumnado, y demuestran que en especial la lectura necesita un enfoque diferente.
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