Entras en tu perfil de Instagram y encuentras un mensaje directo (DM) de (supuestamente) la propia red social en el que te advierten que estás sufriendo un ataque y que estás a punto de perder tu preciada cuenta. En el mensaje, provisto de un logo idéntico al original, se incluye un enlace que, en teoría, lleva al soporte y centro de ayuda de Instagram y en el que se te invita a hacer clic con la máxima celeridad para proteger tu cuenta y evitar el supuesto robo. Una vez dentro del enlace, el siguiente paso es facilitar un teléfono móvil con el pretexto de comprobar que eres el propietario de la cuenta.
¿Qué harías? De antemano, dudar. Lo lógico es pensar que es un mensaje enviado por la propia red social avisando de un posible hackeo, pero lo cierto es que este tipo de mensajes son los que últimamente están utilizando los hackers para hacerse con el control de numerosas cuentas, muchas de ellas de empresas, creadores y docentes. Precisamente, así lo denunciaba hace unos días María Lázaro, experta en redes sociales y autora del manual ‘Redes Sociales y Menores: guía práctica’, en su cuenta de Instagram.
«En los últimos meses han comenzado a proliferar los robos de cuentas en Instagram, incluso en las que tienen activada la verificación en dos pasos. Aunque varían los procedimientos, uno de los más frecuentes es recibir un mensaje directo (simulando que el emisor es Instagram) en el que se notifica que la cuenta está sufriendo un ataque. En otras ocasiones, el mensaje directo indica que se están violando las condiciones de copyright, o que tiene opción de lograr insignia azul. A veces se trata de mensajes grupales. Siempre, con un enlace a una página con diseño similar a la cuenta oficial de Instagram, pero que es falsa”, explica Lázaro.
Una robo real y en primera persona
Precisamente, siguiendo este modus operandi fue como hace unas semanas una usuaria de esta red social perdió la cuenta profesional de su empresa. “A primera hora de la mañana recibimos un mensaje directo de un perfil que creíamos asociado a la propia plataforma. En él se nos alertaba de que un usuario nos había denunciado por incumplir la política de derechos de autor. Para analizar la posible infracción, el equipo de la red social tenía que comprobar que todo nuestro contenido estaba en orden y que no incumplíamos ninguna norma comunitaria”, comenta la damnificada, que prefiere mantener el anonimato.
La cosa podría haber quedado en una mera advertencia, pero a lo largo del día la situación continuó empeorando. El mismo perfil volvió a ponerse en contacto horas después para informar de que la cuenta quedaría bloqueada durante un período de tiempo si no realizaba un proceso de autenticación a través de un enlace en el que debía introducir el email del perfil y la contraseña. “No desconfié de ese mensaje”, afirma la usuaria, “ya que en su perfil contaba con el tic azul de verificación con el que Instagram confirma la autenticidad de las cuentas de interés público. Si un perfil lo tiene, significa que es de fiar”.
En ese mismo momento, Instagram informó de que alguien ubicado muy cerca estaba accediendo a la cuenta. “La red social me alertaba de que alguien se estaba intentando conectar dos calles más arriba de la mía, así que lo primero que piensas es que la plataforma está realizando sus comprobaciones y, como las ubicaciones no suelen ser muy exactas, dices que eres tú y… les permites entrar”. Lo que esta usuaria desconocía era que, aunque un hacker se encuentre en otro país, utiliza una VPN (Virtual Private Network) ubicada muy cerca del lugar habitual de conexión, ya sea el hogar o la oficina.
Todavía quedaba el último paso para hacer efectivo el robo. “Por la noche la amenaza regresó con un ultimátum: nuestra cuenta iba a ser bloqueada inminentemente”. El miedo, la tensión y el cansancio después de todo el día dando vueltas sobre el mismo tema fueron los ingredientes necesarios para que esta usuaria respondiera al mensaje, en el que le solicitaban un teléfono de contacto para comprobar su conexión. Y ahí comenzó la odisea: una vez que tenían el número de teléfono accedieron a sus sistemas, contraseñas, aplicaciones, perfiles de redes sociales y, después, enviaron mensajes de WhatsApp con extorsiones y realizaron llamadas intentando conseguir dinero a cambio de recuperar la cuenta. “Yo le permití atacarnos: les proporcioné las llaves de nuestra casa y les dejé entrar para que se lo llevaran todo. Es una sensación a caballo entre la vergüenza y el miedo”.
Importantísimo saber…
Para que esto no suceda y evitar el ataque y posterior robo de una cuenta personal o profesional, hay que tener en cuenta dos aspectos fundamentales:
- Instagram nunca se dirige a los usuarios a través de un mensaje directo. El equipo de esta red social siempre contacta a través de correo electrónico a la cuenta con la que se haya registrado el perfil.
- Es primordial fijarse en detalle en los enlaces y comprobar que sean los oficiales del centro de ayuda de la red social. La URL oficial que lleva al soporte de Instagram es help.instagram.com. Por su parte, en estos mensajes fraudulentos utilizan enlaces similares en los que tan solo modifican un símbolo: help-instagram.com o support-instagram.com, ambos falsos. Lógicamente no es fácil diferenciarlos a primera vista; por ello, es importante recurrir al centro de ayuda de Instagram para comprobar su autenticidad.
Como apunta Lázaro: “Es esencial por tanto estar muy alerta: nunca iniciar sesión en una página que no sea www.instagram.com o www.help.instagram.com y jamás proporcionar el código de seguridad de acceso a la cuenta si alguien nos lo pide».
Consejos de seguridad de Instagram
No obstante, y antes de ponerse en el peor de los casos, la propia red social facilita una serie de consejos de seguridad para evitar el robo de la cuenta.
- Activar la autenticación en dos pasos. Con esta función de seguridad, la red social pedirá al usuario un código de inicio de sesión especial o una confirmación de intento de inicio de sesión cada vez que alguien intente acceder con un dispositivo desconocido (esto último resulta útil cuando es una cuenta de empresa y son varias las personas que acceden a ella). Este tipo de autenticación funciona mediante códigos de seis dígitos que se envían en forma de mensajes de texto a un teléfono móvil o se generan a través de aplicaciones de terceros como Duo Mobile o Google Authenticator, permitiendo confirmar la identidad cuando se inicie sesión por primera vez en un nuevo dispositivo.
- Cuidar la contraseña. Puede sonar algo obvio, pero es fundamental contar con una contraseña segura, utilizando una combinación de al menos seis números, letras y signos de puntuación (como «!» y «&»), además de no hacer uso de ella en ningún otro sitio de Internet. Y si hay sospechas de que han podido ‘entrar’ a la cuenta, otra opción interesante es la de enviarte un correo electrónico pidiendo a Instagram el cambio inmediato de contraseña.
- Observar con detalle los correos recibidos por la red social. Para reconocer los correos oficiales provenientes de Instagram, la red social ha puesto en marcha la función ‘Correos electrónicos de Instagram’ y que se encuentra en Configuración-Seguridad. Con ella, se pretende que los usuarios identifiquen los mensajes oficiales a través de dos listas: en la de ‘Seguridad’ aparecen todos los correos electrónicos relacionados con seguridad e inicio de sesión que la red social ha enviado al usuario en los últimos catorce días; mientras que en la lista ‘Otros’ aparecen diversos mensajes, también de la red social, pero con otros asuntos.
- Cierre de sesión. En la oficina es probable que inicies sesión en un equipo que, a su vez, se comparte con otras personas. Por ello, es importante automatizar siempre la acción de cerrar sesión y no darle a ‘recordarme’, ya que se continúa conectado incluso después de cerrar la ventana del navegador.
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