Autor del libro ‘Trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Entre la patología y la normalidad’, Rafael Guerrero, profesor de la Facultad de Educación en la Universidad Complutense de Madrid y del Centro Universitario Cardenal Cisneros, nos acerca en esta entrevista la realidad que viven los niños con TDAH y sus familias. Además, nos ofrece consejos y actividades para aumentar su capacidad de atención.
Sabemos cuál es la definición teórica de TDAH, pero para ti, ¿qué es el TDAH o qué ha supuesto en tu vida?
Llevo muchos años trabajando con niños y adolescentes diagnosticados de TDAH, y con sus familias y profesores. En el día a día veo la gran cantidad de sufrimiento que padecen en sus diferentes ámbitos (colegio, casa, con los amigos, a nivel emocional, etc), lo que me llevó a escribir un libro sobre el TDAH. En él se recogen los aspectos básicos de este trastorno con el fin de convertirse en un manual práctico para familiares, profesores y especialistas sin recursos para trabajar con esta población.
¿Cómo se detecta a un niño con TDAH?
La detección no es sencilla, sobre todo, en Infantil. Es muy importante la observación y dedicar tiempo de calidad al niño. Las cosas no van bien cuando el niño no duerme y/o come bien, cuando los resultados académicos son malos o cuando muestra unos síntomas o manifestaciones que interfieren en su día a día. En estos casos, debemos hacer seguimiento al alumno.
Muchos padres manifiestan su apoyo y amor a sus hijos en función de sus logros académicos. Esto es una barbaridad.
¿Cómo podemos ayudar a un niño de este tipo en el proceso de enseñanza-aprendizaje?
La base de todo tipo de ayuda es la mirada incondicional que consiste en no juzgar a los niños por lo que son, por su personalidad, aunque esto no quiere decir que les dejemos hacer lo que quieran. Por ejemplo, muchos padres manifiestan su apoyo y amor a sus hijos en función de sus logros académicos. Esto es una barbaridad. Lo importante es que se sienta aceptado por sus profesores, padres y por el resto de profesionales que le rodean.
¿Estamos aún muy lejos de lograr una escuela inclusiva?
Se están haciendo grandes esfuerzos y avances en este sentido. Cada vez estamos más cerca, pero debemos seguir remando todos en la misma dirección. Existe una gran resistencia por parte de muchos sectores a que la educación actual evolucione como lo hacen otras áreas de la sociedad.
Existe una gran resistencia a que la educación actual evolucione como otras áreas de la sociedad
¿Crees que existe la formación suficiente y las herramientas adecuadas para trabajar con estos niños en el aula?
En España tenemos profesores magníficos y muy bien preparados. Se forman, se superan cada día y lo dan todo por sus alumnos. En cambio, también existen otros que no disponen de las herramientas necesarias y que, además, están desmotivados. Para nosotros la formación es un pilar clave.
¿Nos puedes desvelar algunos de los ejercicios prácticos que incluye el libro para potenciar la atención de los niños con TDAH?
Existen muchas herramientas y actividades para trabajar la atención con nuestros jóvenes con TDAH, solo es necesario dedicarle tiempo y echarle imaginación. Para proponer actividades a nuestros niños de la función ejecutiva que sea (atención, inhibición, planificación, memoria operativa, etc), lo más importante es conocer y entender el concepto. Una vez lo hemos estudiado, podemos proponer ejercicios como sopas de letras, encontrar las 7 diferencias entre dos imágenes, tachar las vocales que aparecen en una hoja llena de letras, buscar o imaginar elementos que sean de color rojo, que estén fríos o que se puedan encontrar en un colegio, etcétera.
¿Ayuda la tecnología a fomentar la concentración y memoria de estos niños?
Con las nuevas tecnologías debemos ser cautos. Como todo en la vida, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Sabemos que nuestros jóvenes diagnosticados con TDAH o cualquier otro trastorno del neurodesarrollo se sienten muy atraídos y motivados por los ordenadores, videojuegos, móviles, tabletas, etc., concentrándose mucho en estas tareas porque les resultan motivantes y atractivas. Sin embargo, para otros niños pueden resultar un tanto adictivas, además, les dificulta aspectos importantes como la tolerancia a la frustración, fomentar la espera o la perseverancia.
Está demostrado que el cerebro aprende en movimiento, pero no dejamos a nuestros alumnos que se levanten de las sillas
¿Qué tipo de metodología es la más recomendada en estos casos?
Es la que combina el pensamiento crítico del alumno y el aprendizaje cooperativo, con trabajar por proyectos y no tanto por asignaturas, ofreciendo al alumno un papel más activo en las clases. Está demostrado que el cerebro aprende en movimiento, pero en las aulas no dejamos a nuestros alumnos que se muevan de sus sillas.
¿Qué es la neuroeducación y cómo se puede aplicar en clase?
La neuroeducación estudia y aglutina todos los conocimientos que tenemos sobre cómo funciona el cerebro para aplicarlos en el aula y sacar el máximo provecho del proceso de enseñanza-aprendizaje. Por ejemplo, se ha demostrado que el cerebro no está preparado para aprender a leer ni a escribir hasta los 6-7 años, pero en España la gran mayoría de colegios empiezan este proceso sobre los 3-4 años. Por otro lado, también se ha probado que el principio de gamificación y el de incertidumbre son claves para captar la atención de los alumnos. No tiene ningún sentido obligar a los alumnos a que me presten atención. Soy yo quien primero me tengo que encargar de que quieran escucharme.
No tiene ningún sentido obligar a los alumnos a que me presten atención. Soy yo quien primero me tengo que encargar de que quieran escucharme
Los dos últimos capítulos están desarrollados por las familias, los niños y otros profesionales. ¿Cuál era el objetivo?
El objetivo era dar voz a los verdaderos protagonistas del TDAH: los propios niños y sus familias. Saber cómo se vive desde dentro este trastorno es muy enriquecedor para los maestros y profesionales.
¿Qué le recomendarías a una familia que se encuentra en esta situación?
Lo primero que se formen e informen bien sobre el trastorno que tienen sus hijos. Todos los familiares deben entender muy bien en qué consiste y porqué manifiestan esos síntomas. No es que no quieran, es que no pueden. Por eso, para mí es fundamental la psicoeducación, donde explicamos a las familias la dificultad o trastorno que tiene su hijo. También suelo recomendar comenzar un proceso de psicoterapia, debido al alto grado de sufrimiento emocional que vive tanto el niño como la familia.
Por último un pequeño test. ¿Qué te sugieren las siguientes palabras?:
Deberes: Ufff, ¡cuidado con el exceso! Mejor dejarles investigar, crear, ‘curiosear’ y pensar.
Evaluación: debería empezar el primer día de clase y acabar el último. Jugarte todo un curso a un examen como en la PAU es muy injusto y nada eficaz. El alumno también debería tener su espacio para autoevaluarse.
Gamificación: hacia donde tiene que ir la educación. Un cerebro en movimiento y contento, aprende más y mejor.
Neuroeducación: debemos seguir las pautas que nos muestra la ciencia del cerebro. El objetivo es potenciar al máximo el aprendizaje y el disfrute del alumno.
Familia: es el núcleo donde deben cultivarse valores, educación y ética.
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