jueves, 30 de agosto de 2018

Estas son las mejores técnicas de estudio (y las peores) para un aprendizaje de éxito

Aprender es fácil, más de lo que pueda parecer, según afirma TopFormacion. Eso sí, siempre y cuando se empleen las técnicas de estudio apropiadas. ¿Sueles elegir el último minuto para repasar antes de un examen o estructuras la información y la lees una y otra vez para memorizarla? Si es así, lo más probable es que estudiar no te parezca en absoluto sencillo, sino todo lo contrario: difícil, tedioso, e incluso frustrante porque tus resultados no compensan el esfuerzo.

Técnicas de estudio

Elegir bien la técnica de estudio más adecuada para superar un examen y, más allá, para que los conocimientos se asienten y sean útiles para la vida diaria resulta clave. Pero, ¿es que no resulta eficaz señalar ideas y releer los contenidos hasta que se quedan grabados en la memoria? Si tuviéramos que juzgar por lo extendido de estos métodos, la respuesta sería que sí: según un trabajo de campo desarrollado entre el alumnado de 2º de ESO de un centro educativo gallego, 3 de cada 4 estudiantes recurren al resumen como método de estudio más habitual.

Los peores métodos de estudio

Sin embargo, los expertos sostienen que estas prácticas pueden ser incluso contraproducentes. La Universidad de Kent y la Harvard University, por ejemplo, afirman que ese no es el camino ni para obtener buenas notas ni para avanzar hacia un conocimiento de largo plazo. Desde estos centros educativos aconsejan mantener tan lejos como sea posible las siguientes técnicas, por ser las que ofrecen resultados más pobres:

  1. Subrayar los apuntes
  2. Releer los apuntes
  3. Hacer resúmenes
  4. Aplicar métodos de estudio a partir de la nemotecnia de palabras clave y de visualización de imágenes

“Me sorprende que alguna de las estrategias de estudio que más emplean los estudiantes ofrezcan beneficios mínimos en su aprendizaje”, asegura John Dunlosky, profesor de Psicología de la Universidad de Kent y coautor del estudio ‘Mejorando el aprendizaje entre los estudiantes con técnicas de estudio eficaces’ en el que, por cierto, apuntan que pegarse un atracón de estudio previo al examen no es lo más recomendable, pero es mejor que no estudiar en absoluto (por si cabían las dudas).

técnicas de estudio

Subrayar, releer y resumir: la ilusión de saber

Pero, ¿por qué estos métodos no valen? Entre otras razones, por lo que la Universidad de Harvard ha bautizado como el ‘efecto de la ilusión de saber’. Se refieren a que cuando una persona estudia una materia con estos métodos o con una combinación de los mismos (la más frecuente es el subrayado con el resumen), empieza a sentir una gran familiaridad con el objeto de estudio que da paso a una ilusión: la de creer que domina un tema que, sin embargo, no está asentado. De hecho, es frecuente entre quienes aplican estas técnicas para estudiar que se las vean y se las deseen cuando se les pide que desarrollen ese contenido que creían tener más que aprendido.

¿Cuáles son los mejores métodos de estudio?

Si de la lista habitual de métodos de estudio se eliminan los anteriores, ¿qué queda? Aunque cueste creerlo, hay margen para dar con soluciones eficaces que, además, logran que el estudio sea más llevadero. Son las siguientes:

1. Apuesta por la práctica. “Sustituir la relectura por la práctica, aunque sea de última hora, beneficiará a los estudiantes”. Es lo que afirman desde la Universidad de Kent y lo que subrayan desde Harvard que, en el libro ‘Make it Stick’: sitúa entre las técnicas para estudiar más exitosas la realización de ejercicios, cuestionarios, etc. Así, si optas por la repetición de los problemas que hiciste en clase o por actividades prácticas semejantes, aprenderás mejor y a más largo plazo. Afirman que así se logra conectar conocimiento y utilidad real.

2. Date un respiro entre sesiones. Si eres de los que estudiaban una asignatura y seguía machacándola sin descanso, cometías un error. Los expertos recomiendan espaciar las sesiones de estudio de la misma materia casi hasta que empiece a caer en el olvido. En ese punto, el estudiante deberá esforzarse por recordar lo aprendido en un proceso con el que se fijan mucho mejor los conocimientos.

3. Combina asignaturas. En sintonía con lo anterior, se recomienda no centrarse en una materia, sino combinar varias. De este modo, los estudiantes van más allá de la memorización para alcanzar niveles de aprendizaje superiores. Además, el espaciado y la mezcla de asignaturas hacen que un alumno sea capaz de diferenciar mejor los problemas y de encontrar su solución con más agilidad.

4. No rehúyas los retos. Otro falso mito es que cuanto más fácil es el contenido a estudiar, más sencillo es su aprendizaje. Frente a esto, desde Harvard instan a elevar el nivel y a poner al alumnado en ciertas dificultades para potenciar el esfuerzo. Con esto se logra un aprendizaje más potente y más facilidad para integrar conocimientos y para ponerlos en práctica.

Otra clave: persistencia Vs confianza

Los expertos plantean otra cuestión importante. ¿Eres de los que siempre ha confiado en su inteligencia? Si es así, puede ser un arma de doble filo. Los estudios demuestran que aquellos que, en vez de confiar sin más, se orientan en adquirir nuevas habilidades, obtienen mejores resultados. Esto es así porque la disciplina y la perseverancia son ingredientes esenciales, junto a las mejores técnicas de estudio, para lograr un aprendizaje sencillo y a la vez exitoso.

La vocación y pasión por lo que se está estudiando también es clave para lograr ese éxito. Si aún no tienes clara tu vocación, puedes acceder a la herramienta test vocacional de TopFormacion para descubrir en apenas un par de minutos tu verdadera vocación.

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