El miedo es una emoción que todos sentimos, que está presente a lo largo de nuestra vida. Se trata de una reacción natural, instintiva, ante lo que detectamos como potencialmente peligroso y, por eso, no es una emoción mala. ¡Ninguna lo es! Sin embargo, es cierto que debemos aprender a gestionarla y canalizarla para que juegue en nuestro favor y no nos paralice. Este aprendizaje empieza en la infancia y debe trabajarse en la escuela, en la medida que sea posible.
Halloween, que es una fiesta ya mundialmente conocida, nos regala la oportunidad no solo de divertirnos, sino también de recordar el papel que tiene la emoción en nuestro día a día. Así, quiero mostraros un par de juegos que podéis utilizar a partir de los 4 años aproximadamente y que os serán útiles para transmitir dos mensajes claros a vuestros alumnos: Todos pasamos momentos de miedo y es algo normal; y está en nuestras manos actuar para que esos miedos no nos bloqueen
¡Abajo la torre de los miedos!
Colocados en círculo y sentados en el suelo, pide a tus alumnos que piensen algo que les produzca miedo y que tengan que afrontar con frecuencia. Si los ves muy perdidos, puedes recordarles algunos ejemplos como estos: el perro de la abuela, que es muy grande y ladra fuerte; quedarse solo en la bañera sin papá o mamá; entrar en el trastero a oscuras, levantarse al baño por la noche; etcétera.
Entonces, demándales que escojan una pieza de un color que represente esa emoción desagradable, el miedo que sienten cuando han de enfrentar a situaciones como estas, y uno a uno deja que coloquen las piezas formando una construcción muy alta en forma de torre.
A continuación, pídeles que griten fuerte su miedo y, entre todos, tiren abajo la torre. Con los más pequeños, podemos apoyarnos en su pensamiento todavía mágico para regalarles seguridad y comprensión, podemos decirles algo como esto: “Al gritar tan y tan fuerte habéis lanzado fuera de vuestro cuerpo ese miedo y, al destrozar la torre, lo habéis vencido, ¡como quién vence a un dragón! ¿Lo sentís? Ahora, ese hueco que ha dejado al salir, debéis llenarlo con amor. ¿Qué tal si hacemos un abrazo gigante?” Puedes proponerles que se abracen, que se den la mano o que busquen a un compañero para regalarle un beso.
Objetivo de la actividad: Entender que todos tenemos miedos y descubrir que podemos usar estrategias para expulsarlo fuera de nosotros para evitar que nos paralice.
Materiales necesarios: Piezas de construcción.
Observaciones:
- Si son muchos niños en clase, puedes organizarlos en parejas o tríos para que la actividad no se haga pesada: Diles que se pongan de acuerdo y escojan un miedo común. Sugiéreles que compartan qué estrategias utilizan para enfrentar esa situación.
- Es muy importante que el maestro también coloque su pieza en la construcción para que los alumnos vean que los adultos también sienten miedo y que es algo completamente normal.
- Es necesario evitar los comentarios que niegan o quitan valor a las emociones que está sintiendo el niño (“no es para tanto”, “eso es una tontería”, “si no pasa nada”, etcétera). ¡Son contraproducentes!
Mensajes de amor y confianza
Sentaremos a nuestros alumnos delante de un papel grande donde hacer un mural y lo dividiremos en dos partes. Para elaborar la primera, diles que piensen en algún momento que tuvieron miedo y lograron superarlo. ¡Qué bien se sintieron después consigo mismos!
Por ejemplo, puede tratarse de un día que visitaron un túnel del terror con sus papás, la última vez que estuvieron en las atracciones de la feria con sus primos o el primer día de escuela.
Diles que cierren los ojos y experimenten otra vez esa sensación tan bonita. Puedes preguntarle lo siguiente para animarlos: “¿Sentís como cosquillea vuestra piel y cómo brillan vuestros ojos?, ¿sentís cómo palpita fuerte el corazón?” Ofréceles que tomen un color de cera, ese que represente a la perfección su emoción, y déjales que dibujen o coloreen sobre el papel su satisfacción. De esta manera, tendremos un mural bien positivo que recuerde a tus alumnos que un día pudieron superar una situación de temor y sentirse genial.
Para crear la otra parte del mural, primero diles que hagan una lista de las cosas que les llenan de fuerza para sentirse seguros y poder enfrentarse a un momento de temor o pánico. Puedes promover la reflexión con preguntas como estas: ¿Hace mamá algo especial que te haga sentir bien al ir al pediatra, por ejemplo?, ¿a quién os gusta más tener cerca cuando tienes mucho miedo?, ¿qué te dice algo papá tienes que bañarte y te da miedo?, etc.
En el mural, recogeréis todas estas estrategias que los niños ya utilizan a modo de collage: fotografías de los familiares, mensajes positivos que les dicen los papás cuando sienten miedo, muñecos que les dan seguridad, etc. De esta manera, cada niño tratará de recordar una que le guste especialmente y que le resulte efectiva, así siempre que sienta miedo podrá acordarse de ella.
Objetivo de la actividad: Ser conscientes de que tenemos recursos propios para sentirnos mejor y afrontar nuestros miedos, y rememorar la sensación de satisfacción al superar esta emoción.
Materiales necesarios: Papel para crear un mural y ceras de colores.
Observaciones: A partir de los 6 años de edad, podéis potenciar la competencia digital de vuestros alumnos realizando esta actividad en el ordenador y creando una presentación de PowerPoint o Prezi que recoja los elementos que más seguridad aportan al niño.
The post Juegos para hablar sobre el miedo y otras emociones en Halloween appeared first on EDUCACIÓN 3.0.
from EDUCACIÓN 3.0 https://ift.tt/2NosuSN
via IFTTT
EmoticonEmoticon