En estos últimos años, uno de los objetivos más perseguidos en educación es la personalización del proceso de aprendizaje, desde la Educación Iinfantil, pasando por la escolar y universitaria hasta llegar al aprendizaje corporativo. Pero, ¿cómo conseguirlo en la práctica?
Para poder lograr el objetivo, hay que crear un ecosistema educativo fuera de las cuatro paredes que forman un aula. El primer paso, es proporcionar un espacio donde promover distintos ritmos de aprendizaje. Con este fin, surgieron las plataformas e-learning, también llamados LMS (Learning Management System), sistemas de gestión de aprendizaje o plataforma virtual educativa, las cuales han permitido establecer un cambio de paradigma en los procesos de aprendizaje en el entorno escolar, universitario y corporativo.
Es interesante destacar el volumen datos que generan y guardan estas plataformas, los cuales proporcionan una valiosísima información que resultan clave para la mejora de los procesos de aprendizaje y para la toma de decisiones: fracaso escolar/universitario, potenciar el talento, carácter evaluativo, administrativo, gestión, marketing educativo, potenciar destrezas de alumnos y empleados, etcétera.
Elegir la más adecuada
Como en todo proceso innovador, a los responsables de la formación y educación se les presentan numerosas dudas sobre cuál plataforma elegir y por qué. En primer lugar, me gustaría hacer hincapié en que para hacer una buena elección se requiere un análisis previo en función de los objetivos establecidos, y que la elección de una u otra plataforma e-learning vendrá condicionada por las necesidades concretas de la institución o acción formativa.
Bajo esta premisa, vamos a destacar algunos requerimientos básicos o aspectos que hay que valorar a la hora de elegir:
1. La instalación e implementación de una plataforma e-learning no debe conllevar prácticamente ningún tiempo, si acaso su customización (personalización) e integración con algún CMS (por la necesidad de desarrollar algún API). Todo el ecosistema de la plataforma debe de estar alojado en la nube, de forma íntegra, con una sola base de datos por detrás, y con copias de seguridad constantes.
2. Por tanto, nuestro tiempo a invertir es el de aprender a saber utilizarla, y a pesar de que pueda tener muchas herramientas y funciones disponibles, debe ser muy intuitiva. Es decir, la curva de aprendizaje de todos los perfiles implicados tiene que ser muy corta, ya sea en la administración y gestión de los cursos, grupos, perfiles, espacios, contenidos, evaluación, etcétera, como de su uso por parte del alumnado.
3. Debe permitir incorporar flujos que admitan apoyar nuestro modelo pedagógico.
4. Tiene que tener la capacidad de adaptarse a dispositivos móviles. Ahora el aprendizaje se hace en cualquier sitio, y por tanto, es un requisito imprescindible.
6. Imprescindible una buena seguridad en el sistema (siempre cifrado por protocolo seguro), así como una buena asistencia técnica. Además del cumplimiento de la Ley de protección de datos.
7. Si de algo no entiende Internet es de fronteras, por eso debe estar disponible en varios idiomas, no sólo para su utilización, sino para llevar el aprendizaje fuera de nuestras fronteras.
8. Debe ser multinavegador. Por experiencia desconfío de aquellas que están optimizadas para algún navegador en concreto. Si cumple con los estándares de HTML5, no tiene que existir ese problema.
9. La plataforma elegida deberá brindar a profesores y estudiantes, la oportunidad de satisfacer sus necesidades con diversidad y variedad de recursos. Por tanto, debe permitir la incorporación de herramientas para la creación de contenidos, o bien que puedan integrarse los objetivos de aprendizaje externos (importación/exportación) con plena compatibilidad y trazabilidad. En un entorno único, la plataforma debe ofrecer toda la gama de accesos a los contenidos educativos, sean proyectos de pago, préstamo (bibliotecas), dominios restringidos, juegos, aplicaciones, etc. Aparte de incorporar los proyectos propios.
10. Por supuesto, integrada con todo tipo de herramientas que permitan comunicación social: videoconferencia, chat, foros, anuncios, avisos, etc. Las herramientas tienen que permitir comunicación sincrónica y asincrónica.
11. Todas las plataformas arrojan numerosos datos. Sin embargo, las que denominamos plataformas inteligentes (basadas en Learning Analytics) se especializan en utilizar ciertos parámetros, que mediante algoritmos validados académicamente por el entorno educativo, permiten al sistema integrar rutas de aprendizaje personalizadas para cada alumno, que son de gran eficiencia y que se están posicionando como las futuras plataformas de aprendizaje. Estas plataformas, no nos cabe la menor duda, sustituirán a todas las plataformas analíticas que existen actualmente en el mercado.
12. En la medida de lo posible, también deberían satisfacer la normativa con respecto a la discapacidad.
Hoy en día, no hay un solo camino para aprender, hay muchos, y el alumno puede optar por aquel que se siente más motivado. Una plataforma e-learning puede ser un buen punto de partida de ese aprendizaje virtual, donde el papel del docente o tutor como guía de ese aprendizaje, es fundamental. A partir de aquí, hay muchas ofertas en el mercado pero cuidado que son pocas las que cumplen con todos estos requerimientos.
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