Hace seis años iniciamos el proceso de cambio en nuestro centro, el Centre d’Estudis Politècnics en Mataró (Barcelona). Lo único que teníamos claro era que queríamos lo mismo para nuestros estudiantes que para nosotros mismos: ser felices y poder dar lo mejor de cada uno de nosotros sin limitaciones impuestas por el contexto de trabajo.
Por todo esto pusimos en marcha el proyecto de innovación pedagógica y mejora continua que bautizamos como Proyecto ‘Educación 3.0’. ¡Poco después descubrimos que existía una revista con el mismo nombre! Este proceso de cambio nos llevó, en el curso 2017/2018, a celebrar el 50º aniversario del Centro con el Equipo Piloto de Aprendizaje Basado en Proyectos en dos de nuestros Ciclos Formativos.
El equipo de exploradores y el aprendizaje activo
Para llevar a cabo el proyecto necesitábamos conocernos mejor. ¿Qué se puede hacer en una situación así? Lo que hicimos fue organizar un grupo de exploradores voluntarios encargados de abrir camino, predispuestos a cuestionarse a sí mismos, a dar una solución a cada error, a superar cada problema con la voluntad de compartir la experiencia acumulada y que estuviera abierto a nuevas incorporaciones en cualquier momento y con una actitud positiva.
Ese equipo incluía profesores de todos los Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior del centro. Para poder trabajar juntos nos vimos obligados a encontrar puntos de unión: ¿qué esperábamos de nuestros estudiantes?, ¿qué estrategias pedagógicas estaban funcionando? Y lo más importante: ¿se podía medir de alguna manera? Esto nos llevó a generar dos recursos: una brújula con la definición de lo que esperamos de los estudiantes y un diccionario de herramientas pedagógicas. La brújula nos ayudaba a mantenernos enfocados en nuestros objetivos y el diccionario nos dota de herramientas para avanzar hacia ellos.
Como docentes de Formación Profesional, sabíamos que los conocimientos técnicos son indispensables para que nuestros alumnos se puedan desenvolver de manera eficaz en sus puestos de trabajo. Además, queríamos que fuesen capaces de adaptarse a entornos cambiantes, con altas dosis de incertidumbre, que fuesen capaces de cumplir con sus tareas de manera autónoma, que supiesen trabajar en equipos interdisciplinares e internacionales y que las ganas de hacer las cosas bien tenían que nacer de ellos mismos.
Para perseguir esos ideales necesitábamos diseñar entornos y experiencias de aprendizaje diferentes, que convirtieran esas capacidades en una necesidad. Compartiendo nuestras propias experiencias descubrimos que las estrategias de aprendizaje activo eran las que más nos acercaban a esos objetivos, por lo tanto, ese iba a ser el camino a explorar.
Bienvenidos a la Educación 3.0
Buscando en nuestro entorno, descubrimos otros centros con más experiencia y que, demostrando mucha generosidad, tenían ganas de compartir con nosotros. Fueron los exploradores de los exploradores. A la vez que íbamos aprendiendo fuimos adaptando, testeando, compartiendo entre nosotros, haciendo correcciones y formaciones con nuestros compañeros. Como resultado de ese trabajo nació el documento: ‘Bienvenida a la Educación 3.0’, que define un camino dividido en niveles para adentrarse progresivamente y con seguridad en el aprendizaje activo.
En el documento incluimos tres niveles en la metodología activa: bronce, plata y oro. El nivel bronce era una versión de ‘clase invertida’ adaptada a nuestra realidad, el nivel plata era esa misma clase invertida con ‘metodologías AGILE de gestión de proyectos’ y en el nivel oro se encontraba el ABP o Aprendizaje Basado en Proyectos.
Cada paso nos adentraba más en el aprendizaje activo. Había que adecuar espacios, coordinar diversos módulos como si fuesen uno solo, trabajar durante la mitad de horas de la semana como si la clase fuese una empresa y mantenernos enfocados en generar, además de un producto, los aprendizajes esperados.
También había que mantener la máxima de que el sistema propuesto tenía que ser adaptable a todos los ciclos, dotándolos de un marco que diese seguridad y libertad a cada grupo.
El marco de referencia para el ABP
Así nació el ‘Marco de referencia para el ABP en el Politècnics’ y, con el mismo espíritu del primer día, organizamos un grupo de exploradores voluntarios: el ‘Equipo Piloto ABP en el Politècnics’. Comenzamos por los ciclos de ‘Diseño de Aplicaciones Web’ y ‘Marketing y Publicidad’.
Lo que pasó a partir de ese momento fue transformador. Que el primer día de clase el equipo docente le diga a los estudiantes algo así como “dentro de dos meses tenemos una exposición pública ante docentes, dirección, empresas, compañeros, familiares y amigos en la que presentaremos el producto/servicio que habremos desarrollado para dar solución a las peticiones de nuestro cliente”, es un contrato en el que, quizás por primera vez, un equipo de adultos le dice a un grupo de estudiantes: “confiamos tanto en vosotros que vamos a exponer públicamente lo que vais a crear, incluso aunque quizás ahora mismo penséis que no podéis conseguirlo”.
La primera vez da vértigo, hasta que te das cuenta de que cuando los estudiantes sienten un proyecto como propio se implican con todas sus energías y que entonces nuestra labor docente se puede centrar, definitivamente, en acompañar a personas con ganas de aprender.
Durante el curso 2017/2018 y como resultado del trabajo de los Equipos Piloto ABP en esos dos ciclos surgieron multitud de proyectos: una plataforma de CrowdHelping, una Escape Room Virtual Multipunto, un Diseño de Viaje de Incentivos y una Campaña Publicitaria en colaboración con una agencia de publicidad real. También un proyecto final entre estudiantes de ambos ciclos: un meeting point de marca personal y profesional en el que cada estudiante preparó su entrada al tejido profesional con la participación de empresas haciendo ofertas reales de inserción laboral.
De todo ello, lo más importante fue el diseño de un proceso que dio lugar a que podamos aprender a aprender, aprender a convertir el error en más aprendizaje y a poder sentir el aprendizaje como resultado del esfuerzo propio, participando de un sentimiento colectivo en movimiento.
Más experiencias ABP
Este curso hemos extendido la experiencia ABP a más ciclos: Grado Medio y Superior de Asistencia a la Dirección, Diseño de Aplicaciones Multiplataforma, Diseño de Aplicaciones Web, Gestión Administrativa y el ciclo de Marketing y Publicidad… Todos jugando al mismo juego, conservando cada uno su estilo propio y viendo a docentes y estudiantes empeñados en crecer juntos técnica y personalmente.
Para acabar queremos compartir nuestras próximas ilusiones. En la actualidad estamos desarrollando nuestros ABP como proyectos de Aprendizaje Servicio junto a entidades sin ánimo de lucro como Donakolors.cat, una marca de complementos de moda y del hogar realizados por mujeres en situación de exclusión social, Mescladis.org, entidad que promueve nuevos consensos sociales y ProtectoraMataro.org, de adopción de animales. ¡Ojalá el año que viene podamos contaros como nos ha ido!
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