Este nuevo método de aprendizaje de la lectura Rosetta llega de la mano del Colegio Sagrado Corazón de Chamartín en Madrid. A continuación, Miguel Ángel Reguero -la persona que coordina dentro del centro la implantación de este material de lectura comprensiva para Infantil- nos explica como han dado respuesta a sus propias necesidades, al nivel de la compresión lectora, y lo que han ido haciendo desde su implantación.
Rosseta parte de la aplicación directa en el aula y de la búsqueda constante de la mejor metodología para motivar a los niños en el aprendizaje de la lectura comprensiva. El principal objetivo de este método es el aprendizaje basado en la teoría de la globalidad cerebral, buscando desde el comienzo de la escolaridad dicha comprensión lectora.
Este proyecto surge en un momento en el que nuestro colegio veía como alumnos mayores, incluso de cursos de Secundaria, sin dificultades asociadas, tenían serios problemas para comprender aquello que leían, y como este hecho no sólo ocurría en el área de lengua, sino que era extensivo a otras áreas curriculares.
Teníamos claro que queríamos cambiar las cosas y que el modo de hacerlo era desde los pilares del aprendizaje de la lectura: la etapa de Educación infantil. Fue durante el curso 2011-12 cuando un equipo multidisciplinar de profesores, maestros de pedagogía terapéutica y logopedas nos pusimos a crear este proyecto, basándonos en nuestros conocimientos, los avances en neurociencia, y la propia experiencia del aula. Si por algo este método resulta efectivo es porque desde el comienzo estuvo abierto a las necesidades del aula, siendo el lugar donde testar todo lo que se iba creado y partiendo de una sólida fundamentación teórica.
¿Qué propone Rosetta?
Aprender a leer haciendo
Nos gustaba la idea de que los alumnos aprendieran explorando. Queríamos que tuvieran acceso a los materiales de lectura, que fueran parte de los “juguetes” del aula. Si los nuevos planteamientos nos indican que debe ser el niño el protagonista de su aprendizaje, queríamos responder a ello dejándoles manipular. Por eso, juegan a aprender a leer y lo hacen de un modo muy natural, entre ellos, modelándose e imitándose. El maestro, forma parte de este proceso, no es un mero espectador. Pone metas, retos y participa de las dinámicas. Son actividades muy rutinarias y cíclicas a los largos de los tres cursos de Infantil, lo que permite a los alumnos ganar en autonomía y al profesor estar pendiente de los pequeños detalles.
La emoción es importante
Sabíamos por experiencia que el aprendizaje de la lectura puede llegar a ser algo traumático para los niños, angustioso para los padres y estresante para los maestros. Así, al diseñarlo, uno de los principios que quisimos respetar es la importancia de la relación que existe entre el aprendizaje y las emociones. Si no estamos preparados para enfrentarnos a algo, sea lectura o simplemente un dibujo, nuestro cerebro y nuestro cuerpo no van a responder a ello del modo que se precisa.
Si los alumnos no sienten que pueden, rechazan el aprendizaje. Rosetta crea situaciones dónde el éxito está garantizado y plantea metas adaptadas a los distintos ritmos madurativos de los estudiantes.
Comprensión, comprensión y comprensión
Quizás sea lo más novedoso y desde luego es la piedra angular. Queríamos entrenar en la comprensión desde los 3 años, enseñarles un dibujo y que supieran que esa imagen ya tiene un significado particular y único. La mecanización de la lectura, junto a la fluidez y la velocidad lectora, se convierten en objetivo posterior, consecuencia del propio entrenamiento en todos los procesos lectores.
Dos vías de aprendizaje
Los maestros siempre queremos lograr que todos nuestros alumnos aprendan. Sin embargo, en ese camino hacia el éxito, nos encontramos con que no todos acceden y procesan la información del mismo modo. En este sentido, y sabiendo que algunos niños son preferentemente más visuales y otros más auditivos, decidimos estimular todos los procesos implicados directamente en el aprendizaje de la lectura, de modo que todo el cerebro está centrado en esta compleja tarea.
Se estimulan los procesos visuales, rítmicos, las secuencias y la visión global. Paralelamente, se entrenan los procesos auditivos de descodificación, agrupación y desciframiento. Los cuatro procesos que consideramos imprescindibles para una buena adquisición de la lectura son: lectura globalizada, estructuración sintáctica, conciencia fonológica y lectura silábica.
Resultados positivos
En estos años de experiencia hemos conseguido que cambie la percepción de la lectura de un concepto complejo y exigente a algo lúdico y activo. Llegar a la combinación de los procesos de aprendizaje nos ha permitido centrarnos en que los alumnos lean oraciones más elaboradas desde el inicio, y podamos así, ya desde la etapa de infantil llegar a profundizar en la comprensión. Tenemos claro que queremos lectores que no reproduzcan párrafos largos sin enterarse. Queríamos y lo estamos logrando, niños que sean capaces de hacer deducciones e interpretar lo que leen.
El colegio también ayuda a otros centros a dar respuestas a sus propias necesidades con dicho material.
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