El aprendizaje no formal llega a las aulas del IES Juan Carlos I (Murcia) con el proyecto CARMA

El Grupo de Investigación de Tecnología Educativa (GITE) de la Universidad de Murcia lidera en España el proyecto europeo CARMA sobre metodologías colaborativas en enseñanza secundaria como forma de paliar el abandono escolar. Se trata de un proyecto ERASMUS+ que apoya la educación, la formación, la juventud y el deporte en Europa, y en el que también participan Austria, Bélgica, Turquía, Francia, Italia y Portugal.

El objetivo de CARMA es, además, fomentar la introducción de prácticas de aprendizaje no formal a través de un enfoque inclusivo que promueve la interacción, la creatividad y el aprendizaje recíproco entre docentes y estudiantes. María Isabel Palao Ortuño, profesora de inglés en el IES Juan Carlos I de Murcia, nos cuenta su experiencia de la mano de su grupo de alumnos de 3º de ESO; experiencia que desarrolló el curso pasado y que ahora, tras llevar un año dentro del mismo, afirma haber mejorado su práctica docente.

Mi primer acercamiento real a las técnicas no formales fue en octubre del año pasado,  cuando acudí con las otras tres profesoras de Secundaria que me acompañan en el proyecto -y una experta en técnicas no formales de la Universidad de Murcia- a unas jornadas de difusión en Palermo (Sicilia) en las que profesores y expertos en técnicas no formales de distintos países (Francia, Portugal, Turquía, Bélgica, Italia y España) pusimos conocimientos y experiencias docentes en común. 

Tras una breve explicación a las familias y a los estudiantes acerca del proyecto y de cómo las técnicas no formales podían mejorar su aprendizaje y su motivación hacia el mismo, comencé a trabajar las mismas en el aula. Me centré en el uso de tres de ellas, porque las consideré apropiadas a las características del grupo y a la materia que imparto: el inglés como lengua extranjera. Las técnicas elegidas fueron el debate en forma de pétalo, los seis sombreros para pensar y el enfoque mayéutico.

Técnica el debate en forma de pétalo

La primera sesión con cada una de las técnicas fue quizá la más complicada, puesto que había que explicar bien cada una de ellas, tanto el procedimiento en sí como los objetivos que queríamos conseguir. Cabe destacar que los alumnos estuvieron bastante motivados desde el principio, puesto que la novedad es algo que siempre les llama la atención.De la primera técnica trabajada, el debate en forma de pétalo o ‘Petal Debate’, destacaron que se habían divertido mucho, que la actividad les había servido para hablar más inglés del que solían en una sola hora lectiva y que habían trabajado con compañeros con los que normalmente no solían hacerlo. Cabe decir que una de las claves para que estas técnicas funcionen es que el profesor sea el encargado de elegir los grupos y que procure que los mismos sean cuanto más heterogéneos mejor. Esta técnica se trabajó en cuatro ocasiones, aproximadamente, una vez cada dos semanas.

Los chavales debatieron conceptos abstractos como la amistad o la felicidad, y elaboraron unos murales en forma de flor que contenían todas las ideas que sus compañeros habían ido elaborando en sus diferentes grupos y la definición final a la que habían llegado por consenso tras un pequeño debate. Estos murales quedaron colgados en las paredes del aula del grupo.

Técnica seis sombreros para pensar

La segunda técnica con la que trabajamos, los seis sombreros para pensar o ‘Six-thinking Hats, resultó ser quizás la más divertida, puesto que incluye una parte de caracterización, que si bien al principio les causaba cierta vergüenza una vez que se acostumbraron les llamó la atención de una forma muy positiva. Tras el uso de esta técnica varias veces, los alumnos destacaron que era una forma muy amena de practicar el idioma, que se habían dado cuenta de la importancia de respetar los turnos de palabra, y por último, que de cualquier situación, por muy negativa que pareciera en un principio, siempre se podía extraer algo positivo.

Para trabajar esta técnica, y con el fin de obtener los resultados que buscaba, les planteé situaciones hipotéticas que a primera vista fueran negativas y además,  cercanas a ellos, para hacerles reflexionar. A modo de ejemplo, ‘tras toda tu vida viviendo en Murcia, a tu padre le cambian de trabajo y os tenéis que marchar a otra ciudad en la otra punta de España, dejando aquí familia y amigos’. Aunque esta situación a primera vista resultó un drama, tras la actividad, se dieron cuenta que había cosas positivas, como el hecho de conocer una ciudad nueva, hacer nuevos amigos, aprender quizá una lengua nueva, etc.

Técnica del enfoque mayéutico

La última técnica trabajada, el enfoque mayéutico o ‘Reciprocal Maieutic Approach’, se utilizó a modo de puesta en común de las opiniones, sensaciones y/o problemas que habían tenido durante la puesta en práctica de las técnicas mencionadas anteriormente. Es importante resaltar que no destacaron nada negativo de la experiencia, salvo el hecho de que no pudieran elegir ellos a sus compañeros de grupo. Aun así, a la misma vez reconocieron que precisamente eso les había hecho conocer más y mejor a compañeros con los que anteriormente no se habían relacionado.

La valoración general de la experiencia fue muy positiva, resaltando aparte de lo que ya se ha comentado anteriormente,  aspectos como la utilidad del trabajo en equipo, el uso del debate como un elemento constructivo o el respeto a las opiniones de los demás. Pero por encima de todo eso, los alumnos reconocieron que habían aprendido y que habían sido capaces de expresar sus ideas en inglés, apenas sin esfuerzo, de una forma lúdica y divertida.

Dado lo positiva que ha resultado la experiencia, he incorporado las técnicas colaborativas a mi práctica docente, ya fuera del proyecto, como un complemento que busca fomentar la motivación de los alumnos y que les ayude a ver que el aprendizaje colaborativo puede ser una herramienta de mucho provecho en su etapa como estudiantes e incluso en su vida diaria. Definitivamente, recomiendo la incorporación de estas técnicas en el aula de secundaria para hacer el aprendizaje más ameno y significativo para nuestros alumnos.

 

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