Pintar es una de las actividades favoritas de los menores y gracias a ella trabajan la psicomotricidad fina, desarrollan la creatividad y la imaginación y disfrutan de un rato agradable solos o en familia. Para ello existen multitud de técnicas y estilos. Con las siguientes ideas es posible pintar sin pinceles.
Con esponjas
Para aportar un toque de ‘esponjosidad’ a las creaciones, estas pueden utilizarse fácilmente mojándolas con un poco de pintura. Con ellas es posible representar nubes, las hojas de los árboles o un paisaje natural. Su tacto blando facilita que los más pequeños puedan manipularlas de manera sencilla y pintar lo que ellos quieran a través de toquecitos para evitar que se corra la pintura.
Con los dedos
Esta técnica es una de las más utilizadas en Infantil y gracias a ella los menores estimulan el sentido del tacto. Utilizando todos los dedos de la mano o con uno solo, se pueden crear todo tipo de dibujos. Además, permite sacar partido a técnicas como el puntillismo, utilizando los propios dedos para plasmar puntos. También es una manera de enseñarles cómo son sus huellas dactilares.
Con sellos
Otra manera de pintar sin pinceles, y que además fomenta al máximo la creatividad, es utilizar sellos. Estos pueden ser comprados o creados de manera casera utilizando diferentes objetos. Uno de los más sencillos y originales de realizar es con una patata. ¿Cómo? Cortandola por la mitad y tallando en ella la forma deseada para después poder impregnarla con pintura y plasmar el ‘sello’ en el dibujo. Para tallar la patata es necesaria la ayuda de un adulto.
Con pajitas
Soplando directamente sobre la pintura para que esta se expanda o sumergiendo la pajita en pintura y luego soplando sobre el papel para conseguir un ‘efecto salpicadura’. Otra forma que aporta un resultado original es añadiendo un poco de jabón a la pintura para que, al soplar con ellas, se creen burbujas sobre el folio.
Con hilo
Con él se consiguen plasmar líneas y curvas de forma sencilla. El primer paso es sumergir el hilo en la pintura e impregnarlo bien, dejando una parte sin mojar para poder sujetarlo sin mancharse, y después, colocarlo sobre el papel haciendo las formas deseadas. Para conseguir detalles extra, hay que superponer un papel sobre el dibujo, sin quitar el hilo, y cuando ambos estén pegados tirar de este para que arrastre la pintura y cree nuevas formas.
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