Las profesoras de las clases de dos años queríamos acercar el invierno a nuestros alumnos en aulas de infantil teniendo como objetivos el aprendizaje basado en proyectos, aprender haciendo y conectar con el mundo real. Ideamos para ello un proyecto para trabajarlo a través de tres pilares fundamentales: el sentimiento, la vivencia y la expresión.
Sentir
Para estudiar el invierno y desarrollar los sentidos, experimentamos con diferentes materiales. Primero, hicimos nieve artificial con bicarbonato y agua. La tocamos, dejamos huellas con nuestros dedos, hablamos del frío e hicimos bolas de nieve.
También trabajamos con la sal, haciendo cuadrados en el suelo e imitando las salinas de verdad. Comenzamos observando su color. Después, con una cuchara y un palillo hicimos formas, la amontonamos, la extendimos y repasamos con la clase sus características y funciones: “Está salada”, “¿Para qué sirve?”. Aprendimos también de su uso en la cocina y de las cualidades por las cuales deshace la nieve, entre otros.
Los cubitos de hielo fueron otro elemento en esta fase. Los tocamos y observamos que eran de color blanco, transparente y azul. Usamos un folio, un cazo y un embudo como utensilios. Fue muy divertido ver cómo el hielo se iba derritiendo, cómo pintaba encima del papel y, al querer introducirlo por el embudo, nos dimos cuenta que caía solo agua.
A continuación, usamos espuma de afeitar. Al tocarla notamos que estaba fría, fuimos amasándola y observamos que tanto la mesa como nuestras manos se volvían blancas. Jugamos con la masa, dibujando círculos y siluetas con los dedos.
Vivir
Para trabajar la atención, la concentración y el orden, siguiendo la temática invernal, desarrollamos un juego muy divertido que consistía en emparejar prendas (guantes y manoplas). Tenían que encontrar en una mesa el guante idéntico al que habían cogido del suelo.
Inspirándonos en el cuadro ‘La noche estrellada’ de Van Gogh, creamos un espacio invernal utilizando los colores azul y blanco. Experimentamos también con materiales como papel higiénico, vasos de plástico azules, tapones blancos y azules, papel de aluminio, garrafones de agua vacíos, mesas de luz…
Expresar
Para formar ese espacio, nos convertimos en artistas. Pintamos con bastoncillos utilizando el color blanco, azul y amarillo en papel de aluminio, y creamos nuestras propias ‘noches estrelladas’.
Salpicamos pintura blanca con ayuda de un pincel y un lápiz para representar nieve que cae del cielo, sentimos las motitas blancas de pintura caer en nuestras manos y caras como la nieve de verdad. El resultado ha sido todo un descubrimiento.
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